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BIENVENIDO A LA REPÚBLICA INDEPENDIENTE DE LA VIDA

PSICOLOGÍA DE LA INFANCIA Y DE LA ADOLESCENCIA

Quisiera justificar el título que he dado a mi reflexión:
Tener un hijo es un cambio muy trascendental para unos padres, principalmente si son primerizos. Esta inexperiencia supone 9 meses de preparación y concienciación llevada a la práctica, es decir, los temas de conversación giran en torno a la paternidad; se atiende a los consejos y vivencias de unos padres; se compran revistas que versan sobre el tema y que aportan conocimiento desde el punto de vista pediátrico y psicológico. Estas revistas presentan información del desarrollo del feto y el primer año de vida, por ser la etapa sobre la que se asientan progresos en el futuro, de una forma objetiva y rigurosa al haber sido consecuencia del método científico; de de estudiar muestras grandes; de analizar al niño cualitativamente, desde la perspectiva ecológica, y cuantitativamente. Pero después de leer los textos me planteo algunas cuestiones.
¿Hasta que punto son ciertas las afirmaciones que estos estudios plantean? ¿Atribuimos características de un ser maduro a uno inmaduro?
Respecto a la primera cuestión, evidentemente no voy a poner en duda los estudios sobre la cantidad de hormonas que se segregan en el bebé durante el parto, ni el desarrollo cerebral, ni los reflejos que son explícitamente manifestados por el recién nacido, de hecho, respecto a este último aspecto he aprovechado que unos amigos tienen un bebé para poner en práctica lo aprendido. Sin lugar a dudas soy una inexperta en lo que se refiere a tener un hijo y por supuesto, no puedo poner en tela de juicio lo que psicólogos y médicos llevan investigando y estudiando décadas.
Sin embargo, hay ciertos aspectos más subjetivos en el desarrollo del niño. Me ha llamado la atención la escala de evaluación Brazelton que se realiza al día o día y medio después del alumbramiento, sobre todo los ítems sobre la respuesta al estímulo visual y auditivo, la respuesta al estímulo visual animado o los intentos por auto controlarse.
El primer y segundo ítems se corresponden con la coordinación intersensorial. El manual explica que la evaluación se ha investigado con bebés de 4 meses y que las formas exploratorias de percepción se realizan durante el primer año y principalmente a partir de los 6 meses. Los recién nacidos poseen escasas conexiones neuronales, por eso me cuesta entender que en esa evaluación (Brazelton) se estudie la reacción del bebé ante los estímulos visuales, y visuales y auditivos. Además la visión que tienen los niños en los primeros días tienen una proporción de 20/600. Ni siquiera fijan la mirada, de la misma forma que tampoco tienen el color de ojos definido. Me cuesta creer que su retina capte estímulos visuales por rudimentarios que sean.
Por otro lado, el ítem referido a la capacidad de auto control me parece una interpretación de un adulto sobre una criatura tan indefensa como somos los seres humanos al nacer. Es como si viésemos lo que queremos ver. Este hecho también se da en los padres que toman al pie de la letra las estimaciones generalizadas de las revistas, y las aplican, casi siempre con una comparación positiva, para decir que su hijo es más listo que los demás porque sonríe cuando tal vez se trate de una mueca, y es especialmente sobrevalorado si nos referimos a los primeros momento de vida. Lo comentan también en el vídeo en el momento en el que el padre muestra la lengua al neonato y este lo repite como un intento de comunicación consciente e intencional.
Bajo mi punto de vista me parecen percepciones muy subjetivas. Es personalmente más realista la evaluación Apgar.
También se afirma que las primeras interacciones entre madre e hijo son importantes para el bebé. Considero que también se exagera en este sentido. En algunos casos, la madre durante el alumbramiento experimenta tanto dolor que cuando le muestran a su hijo lo rechaza porque sufre una depresión postparto. También puede suceder que haya complicaciones y se produzca áccreta, que sucede cuando no se expulsa la placenta y se requiere intervención quirúrgica para evitar que la madre se pueda desangrar. Si estas madres han leído revistas como a las que me he referido anteriormente y las toma al pie de la letra, puede manifestar sentimientos de culpabilidad que no favorecen el despliegue de energía que necesitan en las primeras semanas.
También me ha resultado curioso que se planteen si el padre es el mejor entrenador durante el parto porque el hombre, ante las técnicas de respiración, pueda sentirse avergonzado. Me parece una concepción muy sexista. La decisión no está tan centrada en la vergüenza como en verse preparado para ayudar durante el parto.
Otro aspecto que me gustaría exponer es la tendencia en los países desarrollados a estimular precozmente a los niños en habilidades motoras, y otras e general, antes de lo que les corresponde. Cada progreso necesita un tiempo de maduración, y el aeróbic no contribuye a una aceleración del desarrollo. Se convierte en una obsesión la estimulación temprana y se compite entre las familias por los logros. Antes no existía tanta información y nos desarrollábamos. En absoluto me parece mal que haya información pero debemos tener un espíritu crítico ante ésta. No hay que seguir los consejos al pie de la letra porque lo que es bueno para un niño tal vez no sea tan válido para otro. Lo mismo sucede con los consejos de familiares o padres que han pasado por lo mismo, sobre lo cual estuvimos debatiendo la pasada sesión. Tenemos que aprender, dedicar tiempo a este proceso y llenarnos de sentido común.
El día que tenga que enfrentarme a la maternidad intentaré hacerlo lo mejor que pueda. Aprenderé de manuales como este y adaptaré lo aprendido a las circunstancias. De ahí que sea la república independiente de la vida.

1 comentario

Alejandro -

Hola

Brindo por tu república INDEPENDIENTE.

Creo que es muy interesante el tono crítico de tu comentario.

Como ya iremos viendo, muchos modelos teóricos más que describir cómo es la realidad, prescriben cómo debería ser o les gustaría que fuera.

Muy interesante todo lo que planteas.

Un saludo

Alejandro