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EL FRACASO ESCOLAR Y LAS DIFICULTADES DE APRENDIZAJE

EL FRACASO ESCOLAR Y LAS DIFICULTADES DE APRENDIZAJE

Después de la clase de ayer, ampliamos más el concepto de dificultades de aprendizaje y pudimos ver que el término no es tan reduccionista como en el caso del primer día. Bien es cierto que el denominador común son las dificultades producidas en el ámbito de las áreas instrumentales y que se deben a un problema en el funcionamiento del sistema nervioso. Como decía la definición, intrínseco al individuo; pero estoy de acuerdo con la superación del nivel técnico, que supone establecer un hándicap relativo a un alumno, en pro de incluir los aspectos emocionales, afectivos y contextuales que condicionan dichos aprendizajes.

No obstante, en nuestra cultura escolar también se produce el mismo déficit que comentábamos de la definición primera. El fracaso escolar del que son susceptibles estos alumnos, y en general todo el alumnado, es debido a la concepción de un currículo estereotipado en el que se deben alcanzar unos aprendizajes determinados en las edades y los niveles educativos por los que van pasando los escolares. Se omite que la inteligencia no tiene un desarrollo o un ritmo constante a lo largo del ciclo vital y aún menos, igual en todos los alumnos. Por ello me gustó la primera diapositiva en la que se representaba un aula con un niño en el centro identificado en otro color sobre el cual se nos preguntó:

-          ¿Quién es el alumno con dificultades de aprendizaje?

Rápidamente nuestra respuesta fue que esa diferencia representaba la dificultad de aprendizaje. Y esto se produce cuando se realiza una evaluación o diagnóstico basado sólo en el nivel técnico.

Una escuela inclusiva apuesta por admitir la diferencia como valor donde cada alumno tiene su dificultad de aprendizaje. Pero con el planteamiento metodológico y el currículo cerrado que se practica en las aulas lo que se produce precisamente es atribuir etiquetas. Si partimos de la premisa de que la sociedad está cambiando a un ritmo vertiginoso, si nos planteamos que los aprendizajes que hasta ahora tenían mayor peso hoy son relativos porque se están incorporando otras competencias para que haya una coherencia con lo que la sociedad va a demandar de nuestros estudiantes, debemos cambiar la concepción de la escuela tradicional.

Desgraciadamente siempre vamos a remolque en educación y tenemos una dificultad seria en cuanto a la aplicación de una intervención preventiva. Que la educación tiene un peso importantísimo si queremos cambios sociales, por lo que hay que plantear unos diseños pedagógicos diferentes. El problema reside, como bien apuntábamos ayer, a la resistencia al cambio porque supone una actitud crítica ante el desempeño profesional de los que participamos en el sistema escolar (el cual debe introducir mejoras desde dentro, pues somos quienes mejor podemos ver los problemas y necesidades, en definitiva, la realidad de lo que sucede en el aula). Pero esto implica más trabajo, más compromiso y hay que reconocer que somos un colectivo bastante acomodado.

Pero volviendo a las dificultades de aprendizaje tenemos que considerar todos los factores que inciden en esa diferencia de asimilar los contenidos educativos. No basta con pasar diferentes pruebas y establecer un diagnóstico para que a partir de entonces se establezcan las medidas oportunas por parte del equipo de apoyo. Si el alumno manifiesta una dificultad en la adquisición de las áreas instrumentales es probable que tenga repercusión en la motivación y en la actitud que muestre ante el aprendizaje. Que la relación con los compañeros y con su profesor sea diferente (no afirmo nada, hablo desde la suposición), porque tienen una visión de autoeficacia y de resolución negativa. Por ello se debe trabajar el ámbito afectivo, proporcionar seguridad, partir de que todos somos diferentes y que todos tenemos dificultades en nuestro desempeño diario.

Las áreas instrumentales son importantísimas en nuestra cultura, desde luego brindan la igualdad de oportunidades y la equidad para acceder a la sociedad. Pero hay que valorar estas destrezas a la par que otras competencias que también se demandan y que se están ignorando en la escuela. Ya lo vimos ayer en los datos estadísticos mostrados. Pero como decía, para ello hay que normalizar la dificultad, asumir la diferencia  y construir una escuela distinta a la que se está practicando.

El Sistema Educativo ha introducido el término competencia a nuestro currículo, y las novedades residen en la incorporación de las TICs y la competencia en el idioma por su repercusión en el ámbito laboral y la movilidad que permite bajo la concepción de la Aldea Global. Pero en lo demás, la metodología no ha cambiado. La innovación escasea y las dificultades de aprendizaje siguen siendo señaladas con el dedo.

Hemos avanzado mucho con respecto a un par de décadas porque la Educación Obligatoria se ha ampliado, porque disponemos de profesionales que ayudan a superar las dificultades, porque contamos con más recursos materiales; pero el fracaso escolar sigue estando ahí y esto se debe en muchos casos a que los medios humanos, lo emocional, lo que denominamos sesgo, se sigue ignorando.

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